miércoles, 4 de enero de 2012

DROGAS: POLÍTICAS PÚBLICAS


Las diferentes posturas frente al abordaje de la problemática del consumo de drogas, en relación a las políticas públicas, han comenzado a replantearse y cuestionarse. No solo a nivel nacional, sino también en Latinoamérica y el mundo. La dinámica y complejidad de la problemática, así lo exige.
Se  plantea el fracaso  de la  "guerra contra las drogas". No es sobre las sustancias que hay que focalizar, sino sobre el nivel de riesgo que su uso genera. No solamente en la adicción ya instalada, sino también en el consumo problemático como por ejemplo el abuso de alcohol en los adolescentes y jóvenes. 
Prevenir el riesgo implica un abordaje integral que no puede estar delimitado desde marcar una conducta  de abuso como delito. Eso simplifica y reduce el problema a una situación de "delito - castigo". Hasta ahora, el sistema judicial ha funcionado como aquel que "alerta" y deriva sobre el consumo, y así  se inicia un alto índice de tratamientos por la vía judicial.En diversas investigaciones se ha demostrado que quienes inician tratamiento sin motivación, pueden lograr construirla con las estrategias adecuadas y tienen altos índices de adherencia.
Pero eso no es argumento para  seguir judicializando el problema, ya que implica para el adicto y su familia, iniciar un circuito  que estigmatiza y profundiza la exclusión social que el consumidor padece.

En  Argentina, se están produciendo cambios que apuntan a políticas de despenalización del consumo. El punto sería establecer un marco desde la salud, la acción social y la educación y no desde lo judicial. Se debe reencauzar el circuito a través del cual se establecerían las "alertas". Eso requiere un estado fuerte y coherente en políticas de salud pública y educación

Para que sea válido y apunte a la complejidad de la problemática, el planteo debería sustentarse en el fortalecimiento de  la prevención y promoción en salud. Además de garantizar a toda la población el acceso a tratamientos adecuados, posibles  y efectivos.

Si la propuesta de Reducción de daños se convierte en una respuesta paliativa frente a la ausencia de respuestas verdaderas, estamos frente a un sistema perverso. La reducción de daños, es un abordaje que debería complementar una política social, de salud y educativa, inclusiva; y no tapar los agujeros negros del sistema.

Por otro lado, países en los que se ha regulado y despenalizado el consumo, han comenzado a replantearse algunos puntos de la propuesta, revisando y retractándose en alguno puntos interesantes.

En Holanda se replantean el considerar a la marihuana como droga blanda debido al alto nivel de THC con el que se la produce actualmente. Además, se prohibirá la venta de cannabis para extranjeros. Entendiendo a la legalización del consumo como una estrategia para reducir el problema del narcotráfico, y no para potenciar el consumo.

El país vasco intenta regular el consumo de marihuana con el propósito de proteger los menores y luchar contra el narcotráfico.

En todo este movimiento de cambio y cuestionamiento, quienes trabajamos en salud mental debemos estar informados y asumir posturas claras con argumentos sustentables, ya que la práctica deriva de epistemologías. Y, como dijo Gregory Bateson: "Todos tenemos una epistemología, y quien dice no tenerla, tiene una muy mala"

Les dejo enlaces que los llevarán a diferentes noticias relacionadas con las nuevas tendencias mundiales en relación a políticas públicas en drogadependencia.



Desde la propuesta de la DIPLOMATURA UNIVERSITARIA EN ADICCIONES se plantearán y debatirán las diferentes posturas. Para mayor información pueden dirigirse a la pestaña correspondiente en ese BLOG o bien a: 






2 comentarios:

Lateral desbordado dijo...

Una nota muy interesante.
Demás esta decir que es un tema muy complejo. Creo que considerar la despenalización sin antes haber desarrollado un plan de abordaje y contención integral y sostenible es prácticamente dar un paso al vacío.

ANDREA AGRELO dijo...

Estamos completamente de acuerdo!!